El Premio Nobel de Química 2024 ha sido otorgado a David Baker, Demis Hassabis y John Jumper por sus revolucionarios avances en el diseño y la predicción de las estructuras de las proteínas. Estos descubrimientos han transformado nuestra comprensión de los procesos biológicos y ofrecen enormes aplicaciones en medicina, biotecnología y más.
David Baker, de la Universidad de Washington, fue pionero en la creación de proteínas artificiales a partir de aminoácidos, desarrollando moléculas completamente nuevas como Top7 (una proteína artificial de 93 aminoácidos de largo, clasificada como una proteína de novo), lo que demostró que es posible diseñar proteínas desde cero. Este avance, facilitado por el software Rosetta, abre posibilidades para el diseño de fármacos y materiales avanzados.
Por otro lado, Hassabis y Jumper, de Google DeepMind, revolucionaron el campo con AlphaFold2, un sistema de inteligencia artificial capaz de predecir la estructura tridimensional de proteínas a partir de su secuencia de aminoácidos. Esta herramienta logró resolver un problema científico de décadas, logrando una precisión sin precedentes del 90%, acelerando enormemente los tiempos de análisis.
La capacidad de predecir estructuras de proteínas y diseñar nuevas a medida tiene un impacto profundo en múltiples campos, incluyendo la investigación de la resistencia a los antibióticos y la creación de enzimas que descomponen plásticos, prometiendo avances cruciales en salud y sostenibilidad.